Construcción introspectiva, Museo MACLA, 2023

Por Joaquín Almeida, texto del catálogo para la exposición individual.

“Partiendo de un imaginario metafísico, Alejandro Gigli llega a la abstracción geométrica conformando un imaginario de mundos construidos que se abren a nuevos espacios liberadores.
Distintos planos de color se articulan y van construyendo en direcciones variables, arriesgadas e imposibles. El artista descubre al momento de la creación, el sentido que irán tomando cada una de sus estructuras. Es por lo tanto una invención absolutamente libre.
Las simetrías, a veces imperfectas, se expanden en distintas direcciones, conformando salas, recovecos de gris cemento que terminan en horizontes de arena, cielos celestes, espejos de agua.
Arquitecturas monumentalistas, tan propias de Francisco Salamone, se convierten en fuegos de hormigón, edificios erigidos hacia el cielo que se transforman y reconfiguran.
Esos portales desarticulados nos atraen hacia el centro, que representa el salto hacia otro estado y no es una interpretación liberada al espectador, sino una propuesta del artista. La naturaleza, se hace geométrica, y por lo tanto alcanza un orden distinto.
Esa invitación constante a cruzar es también el deseo de todo individuo de transformarse, ser otro sin perder su esencia. Hacia ese lugar nos convocan estas obras, que forman un templo.
En estos altares profanos Alejandro Gigli presenta un movimiento latente. Quedamos al ver sus obras, expectantes al próximo desplazamiento, que seguramente es tan lento como impredecible, frente a la creencia de que al volver, quizás la obra ya sea otra.”

Las puertas de la percepción, Galería Praxis, 2022

Por Cecilia Molina, fragmento del texto para la muestra colectiva.

“Alejandro Gigli construye sus pinturas a partir de un punto de fuga y esboza una caja que se desarrolla en un espacio vacío. La perspectiva y los múltiples planos que se intercalan aluden a portales. Estos edificios se despliegan y fragmentan en diferentes puntos de vista, transmutándose en naves estrellas dentro de un paisaje de otro tiempo y dimensión. Los cielos celestes grisáceos y el amarillo de los horizontes dan forma a un extrañamiento. Esa luz amarilla en el horizonte da cuenta de mitos donde el sol es un dios que trae luz desde un mundo oscuro y hacia un mundo oscuro, la iluminación en sentido trascendente está aquí representada.”

NEO POST 50 años de pintura geométrica en la Argentina, 2021

Por Rodrigo Alonso, fragmento del texto para el catálogo del Museo MACBA.

“Históricamente la arquitectura ha sido un complemento conceptual de la abstracción geométrica. Movimientos como el constructivismo ruso o el neoplasticismo proyectaron sus ideas visuales en esta disciplina y sus derivados: el diseño de interiores y la escenografía teatral. Las obras de algunos artistas argentinos actuales evidencian la influencia del pensamiento arquitectónico en la organización de sus espacios pictóricos. En mayor o menor medida, esto se observa en los trabajos de Alejandro Gigli, Pablo Morgante, Luciana Levinton, María de la Vega (serie Paisajes internos) y Claudio Roncoli (serie Empty Project), entre otros.”

Arcano, Galería de Arte Alejandro Bustillo, 2019

Por Julio Sánchez, texto del catálogo para la exposición individual.

“Es cierto que a primera vista la obra de Alejandro Gigli parece adecuarse a la categoría incierta de abstracción geométrica. Sus pinturas generan espacios despojados y silenciosos como la capilla de Mark Rothko en Houston, e invitan a adentrarse en un tiempo suspendido. Las perspectivas logradas con planos de color parecen afirmar la existencia de realidades múltiples, más allá de lo que el ojo humano puede percibir. Los espacios se abren hacia abajo como invitando al héroe a descender a los infiernos, o por el contrario invitan a elevarse como lo hace el cóndor o el águila, por nombrar algunas aves sagradas que simbolizan el ascenso del espíritu. En sus pinturas no son raras las alusiones a los portales, como el tori sintoísta, el pórtico de las catedrales románicas o la Puerta del Sol (Tiwanaku), como una forma de traspasar de un espacio profano a uno sagrado, de lo cotidiano a lo mágico, de lo temporal a lo atemporal. Detrás de una apariencia simple, de intersección de planos de colores, las pinturas de Gigli esconden la posibilidad secreta de abrir la percepción a múltiples dimensiones, son arquitecturas que trascienden la anécdota o la historia para sugerirnos un punto de encuentro con lo inefable.”